Hoy nos faltaba recorrer lo que pudiéramos ver del palacio imperial, así que después de desayunar nos dirigimos hacia allá. El ala este de los jardines esta abierta al publico y tiene alrededor de 30 especies diferentes de arboles de que han sido traídos de las diferentes prefecturas de Japón, aprendimos también que el área de los jardines y del palacio imperial esta valuado al valor total del terreno que ocupa todo el estado de California.

Despues de ahí nos dirigimos nuevamente a Shibuya en donde se encuentra el cruce peatonal mas concurrido de Japón, ahí en una esquina se encuentra un Starbuck que es el que mas ganancias tiene en el mundo y nos tomamos un cafecito y chocolates mientras observábamos pasar a la gente y tomábamos fotos

Se llego la hora del lunch y fuimos a los últimos pisos de Takashimaya, una de las tiendas departamentales mas grandes, y encontramos un lugar en donde comer Shabu Shabu que fue uno de nuestros platillos favoritos . Al estar en el restaurante comencé a sentir que se movia el piso y luego las lamparas comenzaron a moverse, enseguida volteamos con la mesera que lo unico que hizo fue tranquilamente apagar la plancha sobre la mesa en donde estaba el agua hirviendo lista para nuestro Shabu Shabu, y el temblor seguia, Regis estaba a punto de salir corriendo y a mi se me comenzó a latir el corazón a mil por hora, pero en realidad a nadie mas pareció preocuparle así que esperamos a que las lamparas dejaran de moverse, que ami me pareció una eternidad, y tan tranquilos seguimos comiendo,

Habíamos quedado de vernos con Kyoko la amiga de Frank, en un acuario que se encuentra en Ikebukuro, un suburbio de Tokyo, el llegar a Ikebukuro nos dimos cuenta que es un lugar donde la gente sale a pasear los domingos, pues estaban ñas calles bastante llenas. El acuario se encuentra en el ultimo piso (décimo) , de un edificio que se llama Sunshine city, que en realidad parece una ciudad. Es un centro comercial enorme, con mucho movimiento y gente, y muy vivo en los fines de semanas, por lo que pudimos ver .

Al llegar al acuario nos encontramos a con Kyoko, su esposo y sus hijos, que son mas o menos de la edad de las nuestras, recorrimos el acuario y mientras los niños disfrutaban de las diferentes especies de peces, Kyoko y Frank se ponías al día, después nos invitaron a tomar unos postres típicos Japoneses, muy ricos, y luego nos llevaron a una tienda donde nos volvimos locos con las novedades Japonesas en útiles escolares, especialmente un nuevo tipo de pluma y plumones que se borran. Gracias Kyoko por todas tus atenciones, a mi me dio mucho gusto conocerte y a tu familia y estoy segura que a Frank le dio mucho gusto volverte a ver.

Tomamos el tren de regreso y a comenzar a empacar que mañana regresamos.

Un abrazo a todos.