Escribe Chris:

Algo que descubrí en este viaje, es que contrariamente a lo que pensaba, podría pasar muchos días en la playa. Aunque es cierto que necesito que sea dinámico, es decir, movernos entre diferentes lugares y tener diferentes cosas para hacer. No me termina de cerrar eso de ir a la misma playa de manera diaria y desayunar, almorzar y cenar en el hotel donde te hospedas. Básicamente eso es lo que hicimos en las dos primeras islas y aunque admito que la pasamos genial, se notó la escasez de variantes.

En cambio, en Koh Mook encontramos un grado de desarrollo mínimo pero lo suficiente como para sentir que tres días fueron muy pocos. Definitivamente nos podríamos haber quedado más tiempo acá. Hay tres playas diferentes para conocer, un poco más de diez hoteles y otros tantos restaurantes, de los cuales varios son casas de familia que ponen unas mesas en el frente y te atienden como reyes.

El símbolo que refleja de manera simpática este desarrollo incipiente, es el mapa que nos dieron en un supermercadito de la villa de pescadores que viven allí. Efectivamente existe un mapa de la isla pero está hecho a mano.

 










 



 




 
También hay motos-taxi que te llevan por la única calle asfaltada que tiene la isla desde Hat Sivalai hasta Hat Farang, las dos playas donde están los hoteles. Les dejamos un video para que nos acompañen en el viajecito!

 











 


Hat Sivalai es la playa más "exclusiva", tiene un hermoso hotel que queda en una especie de “península” que se mete en el mar. Estuvo muy buena la elección de este hotel ya que estando ahí teníamos agua para tres de los cuatro puntos cardinales!!! Increíble!!!

 











 

 
 


  


















 






Hat Farang es la playa más popular, donde hay más opciones de alojamiento y comida. Allá nos fuimos a ver el atardecer y comer en el restaurante que según Lonely Planet tiene los mejores frutos de mar de la isla. Una vez más le agradecimos a nuestros gurúes porque el pescadito que pedimos fue una delicia, creo que me alcanzan los dedos de una mano para contar las veces que no estuvimos de acuerdo con una recomendación de estos muchachos… unos genios totales!

 
 
 



 













  

















 



  
Capítulo aparte para los cangrejos hermitaños en estas tres primeras islas que visitamos. Ya les habíamos tomado mucho cariño en la luna de miel y ahora seguimos tejiendo amistades. Esta vez descubrimos las pelotitas de arena que dejan cuando cavan sus túneles para esconderse. Quedaba una decoración increíble en la playa, nunca nos habíamos topado con algo así!


 
 





































 
 


 

Y con lo bichero que soy yo, no podía falta un video “molestando” a los pobres cangrejos…

 













 
 
Para rematarla, la fauna de esta playa la completan unos animales que no esperábamos encontrar… cabras!!!

 












 

 

 
Escribe Vicky:

Esta isla me encantó! Tiene la belleza natural similar a las islas anteriores, con el agregado de un poquito más de desarrollo, suficiente como para permitirte conocer todas las playas que tiene la isla y poder variar un poco más entre los restaurantes y lugares para ir. Esto también ayuda a contribuir con la economía local (no sólo con los dueños de los grandes hoteles), ya que al salir del hotel, hay varios negocios, supermercaditos, agencias de turismo y restaurantes gerenciados por gente local, que realmente vive del turismo.

 









 


 

 
La playa de nuestro hotel, Hat Sivalai, es realmente increíble, la arena tipo harina blanca que hace ruido cuando pisas y te hundís, el agua tranquila, cálida y transparente, y la 'península' de arena en un extremo del hotel termina de completar el cuadro perfecto, rodeado de palmeras que se mueven con el viento leve.

 
 







 





 








 

 






 








 
 
 
Acá les dejamos un par de videitos con la llegada a la isla y una de las costas de Sivalai

 












    
 
Tiene todo el potencial para seguir creciendo, probablemente con el paso de los años se transforme tal como sucedió con las islas Phi Phi, donde el extremo desarrollo y la publicidad turística hicieron estragos y llenaron el lugar de gente, hoteles, restaurantes, negocios y, por si faltara algo, day trippers, o sea, gente que va por el día. Todo eso hace un combo letal, al menos para nuestro gusto, que preferimos lugares de playa tranquilos. Esta es la parte negativa del desarrollo, que siempre la hay, pero hace que se vaya perdiendo el espíritu isleño de tranquilidad y, a medida que se pasa de boca en boca, cada vez más gente va, más desarrollo se necesita y más masivo se transforma. Esperemos que no sea el caso, pero por las dudas, les recomendamos que vengan YA a concer Koh Mook, antes que sea demasiado tarde.