Dias de relax total

Monday, March 04, 2013
Hoi An, Vietnam
Escribe Chris:

Hoi An es un pueblito encantador, que quedó anclado en el siglo XIX. Esto es así por causas fortuitas más que por algo planificado. El río Thu Bon se llenó de sedimentos llegando al año 1900 y el comercio se trasladó a otro puerto cercano (Danang), dejando a la ciudad prácticamente aislada. Al ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1999, el flujo de turistas se incrementó y por lo tanto aumentaron exponencialmente los trabajos de restauración y mantenimiento de las casas, lugares de reunión y templos antiguos. Hay que reconocer que el lugar está pensado casi exclusivamente para el turismo, es necesario alejarse unos kilómetros para ver cómo realmente vive hoy en día la gente de esta región, pero igualmente nos gustó muchísimo. Además de las edificaciones típicas que ya les comente, la Ciudad Antigua está llena de restaurantes, bares, negocios de todo tipo y la especialidad de la zona, la confección de ropa a medida.

 





















 



 
 
El pueblo es súper relajante, disfrutamos unos hermosos días de paz y armonía. La gente es muy amable, aunque para nuestro gusto a veces ya se tornaban demasiado serviciales, como un poco exagerado.

Recorrimos los lugares típicos, hicimos algunas compritas y descansamos un poco también. El lugar invitaba a hacer eso, además que el hotel era divino, recién abierto. Un hotel boutique hermoso, incluso todavía no han hecho la inauguración oficial.


 



























 


 


Como no queríamos quedarnos solamente con lo turístico, un día alquilamos unas bicicletas para ir a explorar un poco más allá. Previo paso por una playa que no nos gustó demasiado, llegamos a una aldea muy pintoresca donde cultivan todo tipo de vegetales, con nulo desarrollo turístico. Una tranquilidad increíble sentimos al andar por esos caminitos entre plantaciones de arroz y vegetales. La poliglota con la que estoy viajando de a poco se le anima al idioma, que es súper complicado, y anduvo saludando a toda persona local que cruzamos. Le han devuelto unas sonrisas enormes mezcladas con cara de sorpresa.





 


 

 
Escribe Vicky:

Cómo me gustó Hoi An!!! Es divino el pueblo, nos vino bien para bajar un cambio. Apenas llegamos, bajamos el tono de voz, tal como nos pasa cuando vamos a Areco, en Buenos Aires, es algo automático. El pueblito es muy pintoresco, las edificaciones fueron mantenidas tal cual, no hay nada moderno. Hay un elemento típico del lugar, que decora las calles, los negocios, los puentes, es como el elemento decorativo particular del pueblo. Son unas lámparas de tela, de varios formatos, tipo las lámparas chinas redondas, pero estas tienen diferentes formas y colores. El pueblo se ilumina de todos colores a la noche, es una delicia para los sentidos caminar por esas callecitas angostas engalanadas con esas lámparas.

 
 
 



 
Como el pueblo es pequeño, circulan casi exclusivamente motos y muuuuuchas bicicletas. Hay pocos autos, en su mayoría taxis, y algunos micros que a la noche traen turistas de excursión. El tema de las bicis está buenísimo porque la ciudad es tan pequeña, que la podés recorrer completamente sobre dos ruedas. Además está bueno para esto que hicimos nosotros, ir a dar una vuelta por los alrededores de Hoi An, y saludar a los locales con un gran 'xin chao'. Es realmente gratificante poder comunicarse al menos con un simple 'buen día' con las personas locales. A ellos les encanta aparte, todos pero todos responden con una gran sonrisa. 

Les dejamos un par de videos de la bicicleteada!













 

La experiencia de andar en bici por el pueblo y sus alrededores nos encantó! Tanto, que cuando volvíamos de la playa Chris propuso ir por otro camino y terminamos haciendo una vuelta enorme, encontrando en el camino un templo! El camino habrá sido mucho más largo, pero definitivamente más rico!

Con respecto a puntos turísticos para ver, hay muchos templos chinos, ya que una gran cantidad de ellos se instalaron en la ciudad y se identifican por su provincia de origen. Entonces cada provincia china tiene un templo o lugar de encuentro llamado 'hoi quan' en vietnamita, donde hacen encuentros sociales, reuniones y tienen sus dioses para adorar. Vimos varios templos de esos, todos bastante similares entre sí.

 
 
 
 













































 




 






 
 
También hay muchas viviendas antiguas que fueron habitadas por varias generaciones de la misma familia y que están abiertas al público para mostrar cómo vivían antaño. En una de las casas nos explicaron cómo se usan las monedas del Ying y el Yang para pedir deseos. Cada moneda tiene en una cara el Ying y en la otra el Yang. Hay que pedir el deseo, batir las monedas en las manos y arrojarlas dentro de un bowl. Si una moneda sale Ying y la otra Yang, el deseo se cumple. Si salen ambas caras iguales, se puede tirar otras dos veces más. Aprovechamos y nos compramos unas monedas que habían pertenecido a la familia de esa casa y habían sido encontradas en las excavaciones, o al menos eso nos dijeron.

 
 


















 






 

 
Y por último están los museos, que también fuimos a uno de ellos, el de artes manuales, donde de casualidad nos topamos con un show de danzas y música típica de la zona. La música compuesta por sonidos muy penetrantes, como el de una especie de trompeta que hasta casi que molestaba de tan agudo el sonido. Si no, que nos explique nuestro amigo Iván de qué se trata esa trompeta rara!





Acá un par de videos para que puedan apreciar a los artistas en acción:









 
 
Otro punto importantísimo para dedicarse acá es la comida. Teníamos en la lista los restaurantes 'top choice' de la Lonely Planet, que para nosotros es como 'la ley'. Si ellos lo recomiendan, como mínimo está bueno. Así que ahí fuimos a probar comidas nuevas y fue genial! Hasta yo ahora como TODAS las comidas con palitos, léase arroz, fideos, lo que sea! Ya aprendí la técnica de los fideos observando a los chinos en Singapur y Hong Kong, así que la puse en práctica y por ahora vamos bien. Chris probó unos arrollados locos hechos con papel de arroz, verduras y cerdo marinado, que estaban buenísimos. Y yo estoy cada vez más acostumbrada al picante, tanto que ahora si no me lo traen, lo pido!

 
  





Other Entries

Comments

2025-05-23

Comment code: Ask author if the code is blank